En mi resumen de tropiezos de aquellos que nunca pudieron vender, vengo con el 2do error.
No está medido por importancia, sino que los quería enumerar, porque ya conté aproximadamente 41, más los que estoy sumando de muchos inmobiliarios amigos que comentan este post, lo que podés hacer vos también.
¿Como arranco? El caso del propietario que puede cerrar un buen “deal”, un buen negocio, “está para bajarle el martillo” le diría, pero empecinado en su deseo de ganar algo, una negociación, demostrar que puede sacar más y más jugo a una operación —-> la termina perdiendo.
Y era un muy buen negocio para él, no podés creer cómo lo perdió.
Veo muchísimos de esos casos y una gran cantidad de ellos quizás sí terminaron vendiendo, mucho tiempo después y hasta por mucho menos dinero.
Mi consejo para evitar este error:
1. dejá que el inmobiliario negocie
2. definí claramente “qué queres”, cuáles son tus parámetros de máximos y mínimos
3. dejá los “sentimientos afuera” y bajate del caballo, que este partido no lo juegue tu EGO
4. sabé que tirar y tirar de la soga, hace que a veces se corte.
5. nunca, pero nunca, nunca de los nuncas traiciones la palabra que le das a tu inmobiliario, si le dijiste “quiero esto” y te lo consigue 100%, no vayas por más porque él aunque no lo creas! es de tu equipo.
En definitiva: ¿querés ganar una negociación -arriesgando la felicidad de avanzar hacia donde vos y tu familia quieren ir- o querés ser hacer feliz a tu familia?.
Un abrazo del inmobiliario que quiere verte feliz, te lo digo de corazón, a vos y a tu familia, a los dos.